lunes, 4 de marzo de 2013

Crónicas antinacionalistas

Llevo unos días recopilando y leyendo artículos cuyo denominador común es el antinacionalismo. He leído cosas divertidas y otras rebosantes de indignación. Unos basados en referencias y estudios históricos y otros simplemente fruto de la propia experiencia. Todo ello me ha dado una visión bastante general de lo que es el nacionalismo y de los métodos y estrategias que utiliza para su implantación.

Albert Einstein lo definió como una enfermedad infantil o el sarampión de la humanidad.

Es difícil distinguir diferentes tipos de nacionalismos ya que es habitual que estén mezclados entre si. Hablaría entonces de factores que pueden influir en mayor o menor medida:

El racial, el territorial, el económico, el étnico, el cultural, el religioso y el lingüístico.

Todo ello aliñado con buenas dosis de victimismo.

Por otra parte la oposición al nacionalismo puede tener dos frentes distintos y especialmente opuestos. El primero es el internacionalismo marxista, es decir todas las corrientes y partidos derivados de esta ideología. La otra vendría del lado de los liberales, aquellos que anteponen la libertad y el derecho individual por encima de cualquier supuesto derecho colectivo.

Curiosamente en España la izquierda se ha rendido al nacionalismo en una extraña mezcla de internacionalismo y nacionalismo o localismo creando situaciones desconcertantes y contradictorias.

El caso mallorquín todavía es más complejo si cabe. Es evidente que en Mallorca tenemos una lengua propia, el mallorquín, que tiene una fuerte influencia en el sentido de pertenencia a una comunidad diferenciada. También el hecho de ser una isla define y enmarca el territorio. Tenemos, por ser españoles, la misma confusión con una izquierda nacionalista. Y para rematar estamos en el punto de mira de una comunidad que busca la anexión de otras comunidades para emprender un proyecto secesionista.

No creo exagerar si digo que en Mallorca hay un cierto chovinismo al vivir en una isla que es uno de los destinos del turismo mundial más destacados, al igual que un cierto recelo hacia todo lo que viene "de fuera". El término "forastero" se aplica indistintamente a las personas, como a las frutas o verduras "de fuera".  Pero esta actitud no alberga el más mínimo atisbo de deseo independentista o nacionalista. O al menos era así hasta hace pocos años.

Se ha sembrado la semilla del nacionalismo de la mano del catalanismo militante con un arraigo minoritario en la sociedad. Y esto ha sido posible por lo siguiente:

- Manipulación de la historia: resulta que fuimos conquistados en 1229 por catalanes, cuando en realidad lo fuimos por Jaime I  rey de Aragón. Cataluña no existía más allá de 8 condados feudatarios, unos del rey de Aragón y otros del rey de Francia.

- Manipulación lingüística: Según el argumentario catalanista en Mallorca no se hablaba ninguna lengua románica antes del "repoblamiento catalán" posterior a la conquista. Pues no se puede establecer que hubiera un repoblamiento catalán ya que vinieron a la isla unos 3.000 entre aragoneses, barceloneses, portugueses, marselleses y gentes de otros condados entre ellos el de Montpeller. Considerando que la población mallorquina era de unos 40.000 habitantes de los cuales solo una minoría eran musulmanes, 3.000 pobladores no pudieron traernos una lengua y una cultura. Mallorca ya tenia una lengua heredera de la romanización.

- El catalanismo, pese a ser minoritario en la isla, se ha situado en lugares estratégicos; educación, medios de comunicación y en todo tipo de asociaciones. De esta forma ha ido amplificando esta manipulación histórico-cultural.

- Las fiestas populares han perdido su carácter propio dando paso a formas típicas catalanas enquistándose a pesar de las protestas de muchos isleños. Castellers y bestias de fuego, típicos del folklore catalán, están presentes en todas las fiestas de todos los pueblos y ciudades de Mallorca

- Los partidos nacionalistas o regionalistas han servido de bisagra para poner y quitar gobiernos insulares como ha pasado en toda España, aunque aquí se ha aprovechado, a parte de obtener cuotas de poder, para situarse en consellerias de cultura i educación, estratégicas para sus objetivos.

- Y para terminar la universidad ha jugado su papel dando respaldo científico, unívoco e irrefutable a las tesis del catalanismo, aceptando la unidad de la lengua catalana, la estandarización según los criterios de Barcelona, cerrando el círculo de dogmatismo nacionalista sin posibilidad de debate o disidencia. Todo ello teniendo en cuenta que no hay unanimidad entre los expertos romanistas sobre estos temas.







1 comentario:

  1. los catalanes separatista lo unico que hacen es querer engañar al mundo entero cambiando la historia,

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