Publicado en el blog Paisse
Lunes 16 de septiembre de 2013
Primer día de huelga indefinida de profesores. Mis hijos acuden al colegio con normalidad, como un día cualquiera. Los profesores están en sus puestos de trabajo.
Sin embargo, el centro de Palma bulle con la llamada "marea verde". Un numeroso grupo de personas enfundadas con la camiseta verde de rigor se plantan en el Consolat de Mar a reclamar al Govern la supresión del TIL, el decreto de la polémica. Dicen que no es una huelga política pero unos xeremiers están tocando el himno de Riego mientras ondean en el aire la bandera de Cuba, la de la extinta Unión Soviética y, cómo no, la estelada catalana.
Hay muchos niños. La mayoría no sabe ni porqué está allí, para ellos es simplemente un maravilloso día sin cole. Otros en cambio portan pancartas donde se lee "Català sí, TIL no" o "A Balears, en català" bajo la orgullosa mirada de sus padres. ¿No habíamos quedado en que esta no era una huelga política?
Martes 17 de septiembre de 2013
Recibo en mi correo una circular del colegio (un centro concertado) donde estudian mis hijos. Me avisan de que mañana está convocada una jornada de huelga. El texto dice: "no podem garantir l’adequada atenció a tots els alumnes, tot i l’existència de serveis mínims, decretats per la Conselleria d’Educació". En la traducción al castellano se lee: "todo y la existencia de servicios mínimos, decretados por la Consejería de Educación, Cultura y Universidades".
Por una vez entiendo la inquietud de los profesionales de la educación en Baleares: si les cuesta tanto escribir correctamente en castellano sería demasiado pedirles que además se pongan a aprender inglés.
Miércoles 18 de septiembre de 2013
Jornada de huelga. En la puerta del colegio dos chicas, con la camiseta verde de rigor y el reglamentario lazo con la bandera catalana, están repartiendo a los padres que acompañan a los niños un manifiesto escrito sobre un folio verde en el que explican los motivos por los que han decidido ponerse en huelga. El texto está solo en catalán. "No el teniu en castellà?", pregunto ingenuamente. Después de mirarse entre ellas responden que no y se olvidan de mí.
Leo el panfleto. Estoy seguro de que, excepto algunos desnortados, todo el mundo está a favor del trilingüismo, y del cuatrilingüismo si se tercia. Se puede discutir la idoneidad del TIL (a mí tampoco me entusiasma) y la forma de implantarlo, pero en el texto que me han dado las chicas echo en falta, aunque solo sean unas gotitas, algo de autocrítica por parte de los docentes. Y también un mínimo sentido de la realidad.
Seguiremos informando.
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