Publicado en Aterrizando ideas
Cataluña es una de las regiones de España y de Europa más afectada por los grandes movimientos de población.Ya en el siglo XVII y XVIII se instalan en el Principado personas provenientes de regiones limítrofes, pero es en el siglo XIX y sobre todo en el XX y en los primeros años del XXI cuando su población crece extraordinariamente por la aportación de ciudadanos de otras zonas de España primero y de otros países más tarde.
El nacionalismo ensalza unos orígenes y una historia local común que solo se da para una parte de la población. Manipula hechos históricos y los presenta como la historia única de los catalanes actuales. Si hace falta se inventa términos de dudosa esencia democrática como "normalizar" para fabricar ciudadanos equiparables. Hoy se pretende "normalizar" con la lengua. Nadie sabe con qué se intentará "normalizar" mañana.
Mi objetivo con este post es reflexionar sobre la evolución de la población catalana y la riqueza que ha generado ese aporte de población externo.
A finales del siglo XV cuando se genera la unión de reinos, la población de Cataluña según datos aproximados era de 300.000 habitantes, la de Valencia 320.000 y la del reino de Castilla de 8.000.000. El Principado tenía el 3% de la población hispana, actualmente tiene el 16%. Una gran diferencia solo explicada por los grandes movimientos de población.
En 1717, superada la guerra de sucesión la población de Cataluña era de 525.000 habitantes. Con la plena integración en España se produce el primer gran boom demográfico, alcanzando en 1787 los 887.000 habitantes con una tasa de crecimiento anual del 0,8% que casi doblaba a la del resto de España. La apertura de las aduanas internas y la prohibición de la importación de indianas convirtió el puerto de Barcelona y Cataluña en una encrucijada de emigrantes y nuevas ideas que la enriquecieron. Era entonces el 8,6% de la población española.
En 1900 tras los grandes avances producidos por la revolución industrial del siglo XIX, facilitado por el proteccionismo textil, la población alcanza en 1900 la cifra de 1.966.382 habitantes equivalente a un 10,5 % de la española
En la década de 1920 con las grandes infraestructuras puestas en marcha incluyendo la Exposición de 1929, llega la primera gran oleada de almerienses, murcianos, valencianos y aragoneses, alcanzándose en 1930 los 2.791.292 habitantes. En esa época el 4,25% de los habitantes de Barcelona era de origen andaluz, el 8,78% de Valencia, el 8,08% de Aragón y el 5,04% de Murcia.
Tras el triste paréntesis de la guerra civil y los años más duros de la autarquía franquista comienza el verdadero boom de movimientos demográficos. En la década de los 50 más de 400.000 ciudadanos de otras zonas del país llegaron a Cataluña y durante los 60 se calcula en 952.000 personas las que se asentaron en la región provenientes sobre todo de Andalucía, Extremadura, Valencia, Castilla y León, Aragón.... Se pasa de una población de 3.925.000 habitantes en 1960 a 5.662.791 en 1975. Nace una nueva Cataluña.
El impulso industrial de Cataluña en esos años nunca se hubiera conseguido, en los mismos términos, sin la aportación de esa gran cantidad de mano de obra. Muchos fueron los conflictos y mucho el sufrimiento de los recién llegados. Si bien los empresarios los recibieron encantados por la llegada de mano de obra barata, la sociedad tardó en asimilar el cambio, pero ese será motivo para otra reflexión.
Se produce finalmente una entrada masiva de emigrantes en los primeros años del siglo XXI provenientes de América del Sur, Magreb y paises del Este principalmente.
La población de Cataluña actualmente alcanza los 7,5 millones de habitantes y un porcentaje del 16% de la población española.
Si se tiene en cuenta que el índice de natalidad del Principado siempre ha estado por debajo del del resto de España (solo se iguala en los últimos 40 años) y se observa que la población pasa del 3% aprox. de 1500, al 8,6% de 1787, al 10,5% de 1900 para llegar al 16% anual queda claro que ha sido el intercambio poblacional uno de los principales causantes de esta variabilidad.
Una gran parte de ciudadanos de Cataluña, totalmente integrados en esta sociedad, pero a la vez íntimamente ligados al resto de España (por razones familiares, sentimentales económicas y de historia común) no quieren renunciar a sus orígenes y no se pueden considerar herederos de una historia localista promovida por el nacionalismo, muchas veces manipulada para resaltar las diferencias (que son pocas) y minimizar las igualdades (que son muchas).
Aunque se intente reescribir la Historia y se utilicen machaconamente todos los medios subvencionados (que son casi todos), la realidad es que Cataluña es mucho más que lo que pretende el nacionalismo: Cataluña es una fusión de identidades, con toda la riqueza que ello representa.
Bibliografía.
1.-Historia de Cataluña. Albert Balcells. La esfera de los libros.
2.-Estructura económica de España. Ramón Tamames. Alianza Editorial.
3.-Otra Historia de Cataluña. Marcelo Capdeferro. Libros Libres.
3.- La riqueza de las regiones. Rafael Domínguez. Alianza Editorial.
Nota: Los datos demográficos sobre todos los anteriores al siglo XX tienen alguna variación según los autores. He utilizado los más repetidos y que me han parecido más fiables.
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