Don Claudio Sánchez de Albornoz nos cuenta en su libro España, un enigma histórico un episodio de nuestra Historia que creo que les puede resultar interesante:
“En 1271 Jaime I (rey de Aragón y conde de Barcelona) se esforzó en el Concilio de Lyon, ante Gregorio X, para que se organizara una nueva cruzada; ofreció al Pontífice acompañarle con una hueste de mil caballeros y elogió con orgullo la potencia de la flota catalana. Ante las indecisiones de los demás asistentes a la asamblea canónica se despidió del Santo Padre, abandonó la reunión con los miembros de su séquito y les dijo: Barones, ya podemos marcharnos: hoy a lo menos hemos dejado bien puesto el honor de España.”
Extracto de "La marca España" publicado en El Blog de Guals
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